Películas de Oskar Alegria

Oskar Alegria ha rodado cuatro películas relacionadas con las danzas vascas para la exposición SOKA.

Margo dantza

Con la ayuda del dantzari Jon Maya se trazan siete cuadros pintados con los pies. El rastro del arin-arin, las formas geométricas de la jota, el sello en el suelo del aurresku, las secuelas de la ezpata-dantza, la impronta circular de la mutil-dantza… se convierten todos en parte de un gran lienzo. ¿Qué queda en la tierra cuando el dantzari la acaricia y pasa sobre ella como un pincel? Estas siete obras son siete respuestas, pero a su vez siete nuevos interrogantes.

Arintasunaz

Varias partes y pasos de la danza vasca se desarrollan en el aire: zazpi jauzi, muriskak, antrixatak, frijat. La palabra con más variantes en euskera es mariposa: tximeleta, pinpilinpauxa, jinkoarenoiloa, inguma, berrionzalea. Estos dos datos quizás estén relacionados, por lo menos los dos nos llevan a un mismo punto: la ligereza. En nuestros bailes de saltos más antiguos y en nuestra vieja lengua hay un afán por habitar el aire, dejar la tierra por un instante y elevarse. Volar en una palabra. Arintasunaz es un homenaje a esas danzas y a la lengua vasca a partes iguales.

Galtzerdi berdeak

Filipe Oyhamburu, bisnieto de corsarios, apasionado de Zorba el griego, anarquista de pies a cabeza, coreógrafo, músico y hombre de radio, nacido en Argelès-Gazost y habitante de Biarritz, fue el organizador y director de los ballets y coros en Oldarra, Olaeta y Etorki con el que dio la vuelta al mundo y llevó las danzas y los cantos vascos a 4 continentes, 31 países y 28 capitales. Con 94 años, sigue yendo a nadar casi a diario y todavía imparte clases de euskera a quienes se acercan a su casa. Galtzerdi berdeak es un pequeño homenaje, un guiño de agradecimiento cómplice a su gran memoria viva.

Enbor beretik

Jean Ospital, de familia de Makea y nacido en Biarritz, ha sido dantzari toda su vida. Como habitante de París trabajó en compañías de jazz, danza clásica, danza tirolesa, danza kurda, en coreografías con Luis Mariano y recorrió el mundo con la compañía de danzas rusas y ucranianas Cosaques de la Mer Noire bajo el nombre de Ivan Ospitalev. Capaz de elevarse y dar tres giros en el aire, su destreza y habilidad en el baile la continuó como profesor de danza en su taller de Biarritz donde vive hoy. Con 82 años, disfruta de una merecida jubilación y emplea su tiempo en esculpir en madera las figuras de la danza que en su vida le llevaron por el mundo.