El castillo Abbadia fue construido en Hendaia entre 1864 y 1879, por el científico y euskaltzale Antton Abbadia(1810-1897). Desde 1996, está abierto al público. Con motivo del bicentenario del nacimiento de su creador, hemos visitado el castillo con su guía: Serge Lonca.
Serge Lonca: Además de ser astrónomo, Antton Abadía era geógrafo y cartógrafo: desarrolló la primera cartografía moderna en Etiopía. Etnólogo y lingüista, dominaba 14 idiomas, entre ellos el euskera. Era un gran euskaltzale y contribuyó a impulsar la lengua y cultura vasca. Tenía un gran imaginación y era una persona muy trabajadora. Prueba de ello, una de sus frases preferidas: ''el trabajo es felicidad''. Era un devoto cristiano, y construyó una capilla aquí mismo, en el castillo.
Podía seguir la misa desde la habitación de su esposa Virginia, sentado en una tribuna. Desde allí se ve toda la capilla.
Antton Abbadia murió en París, pero fue enterrado aquí. También fue enterrada en la capilla su mujer, cuatro años después.
Tenía una casa alquilada en el barrio Saint-Germain de París, pero su vida estaban aquí, en el castillo.
Antton Abbadia quería un castillo neogótico, como los de su Irlanda natal.
Fue el arquitecto Viollet-le-Duc el que le construyó el edificio de sus sueños. Era una arquitecto muy conocido en Francia, donde había realizado trabajos de restauración. Que sepamos, éste es su único edificio.
Viollet-le-Duc tenía un alumno favorito: Edmond Duthoit. El arquitecto le pidió que decorara el castillo y que siguiera con sus obras.
Edmond Duthoit era orientalista , ya que, tras haber permanecido en Argelia durante un largo periodo de tiempo, había vuelto enamorado del mundo árabe. Por otro lado, Abadía había viajado por Etiopía y Egipto, una influencia que también encontramos en la decoración del edificio. Por lo tanto, el castillo tiene rasgos de varios estilos: medieval, neogótico y orientalista.
De padre suletino (Urrüstoi-Larrabile) y madre irlandesa, Antton Abadía nació en Irlanda, donde solo vivió durante 10 años. Era un gran amante de la cultura vasca. Cuando su padre Michel d'Abbadie volvió de Irlanda, viajó hacia Toulouse, y allí comenzó su labor a favor de la cultura vasca. Antton siguió su mismo camino, y se convirtió en un gran personaje: miembro de la academia de la ciencia y un gran burgués. Con su dinero y a través de su poder, impulsó y defendió la cultura vasca. Mantenía relación con escritores y euskaltzales de Hegoalde, y ejemplo de ello es la reunión que mantuvo con Arturo Campion en Navarra.
A su vuelta de Etiopía, organizó en Urrugne los primeros juegos florales y concursos de poesía, en 1851. Ya existían en Cataluña y, desde hacía tiempo, en Occitania. Abbadia fue el primero en organizarlas en Euskal Herria, lo que supuso un gran paso adelante en una cultura que era en su mayor parte oral.
El observatorio es una sola de amplias dimensiones. Su decoración concluyó cuando terminó la construcción del castillo, en 1879. La lente que vemos aquí fue construido por un alemán y es un encargo que se realizó a París. Construida para divisar las estrellas, es muy especial y no hay ninguna parecida en todo el mundo. Estos aparatos que vemos, relacionados con el mundo de la astronomía, sirven también para medir pequeños temblores de la tierra.
Cuando en 1879 Antton Abadía le cedió el castillo a la Academia de la Ciencia de Francia, les asignó dos obligaciones: el análisis de la ciencia y que en todo momento hubiera un religioso en el edificio, para que oficiara misa a los habitantes del pueblo.Ya no hay ningún cura, por la falta de vocación, pero sí que continúa la investigación científica.
La biblioteca de Abadía contaba con 11 000 ejemplares. Ahora hay alguno menos, ya que una parte ha viajado a la Biblioteca Nacional de Francia. Ahora en la capital francesa podemos encontrar un fondo con 1000 ejemplares relacionados con la cultura vasca, y otros muchos manuscritos traídos desde Etiopía. Durante los últimos dos años, un investigador de Iparralde trabaja en el análisis de los fondos bibliográficos de Abbadia.
En la biblioteca, como en el resto de salas, encontramos refranes. Dos de ellos están en euskera y otros dos tienen relación con el mundo religioso. Los libros se dividen en dos niveles, y para llegar al segundo nivel se utiliza una escalera que sacamos de una pequeña puerta. Destacan sobre todos los libros científicos, pero también hay novelas, cuentos... Hasta 1975, mientras el observatorio estaba en funcionamiento, astrónomos de todo el mundo se intercambiaban sus libros.
Trabajamos en colaboración con el Instituto cultural vasco, con la Ayuntamiento de Hendaia y con la asociación local de vecinos. En el aspecto científico, organizamos exposiciones y conferencias cada dos años junto con la Asociación Aranzadi, y varias estancias con artistas. Con el Instituto cultural vasco, cada año se organizan 4 recitales de música y sesiones de bertsolaris. Cada año organizamos una docena de fiestas, el 25 de septiembre de 2010, con la cantante de Ziburu (Lapurdi) Maddi Zubeldia. Antton Abbadia fue un gran impulsor de la cultura vasca y nosotros también tenemos que seguir trabajando en ese camino.