El 13 de noviembre se celebra en San Juan de Luz la final de la Competición de Bertsolaris de Xi-La-Ba. Maindi Murua (1989, Azkaine, Lapurdi) y Bixente Luku (1992, Donibane Garazi, Baxe Nabarre) han participado por primera vez en las eliminatorias.
Maindi Murua: soy de Azkain y tengo 21 años. Estudio Arquitectura en Bordal y este año estoy de Erasmus en Donostia-San Sebastián.
Bixente Luku: Yo soy de Donibane Garazi y tengo 18 años. He superado el Bachillerato y ahora he comenzado a estudiar electrónica en Bordal.
B.: Empecé en la ikastola, en el primer curso. Asistíamos a un curso de dos horas a la semana. Nos gustaba ir a mi hermano Mattin y también a otro amigo. Queríamos comenzar a estudiar en una bertsu eskola (escuela de bertsos) pero en Garazi no había ninguna. El profesor Karlos Aizpurua nos dijo que iba a crear una, si estábamos motivados. Nos juntamos unos diez. Después continuó pero así empezamos nosotros.
M.: Yo comencé igual en la bertsularitza, en la ikastola. Al inicio, tuvimos a Ernest Alkhat (1951, 2008) de profesor y en los años posteriores, a Karlos Aizpurua. Se abrió una escuela en San Juan de Luz y me apunté. Durante ocho años seguidos estuve yengo a los campamentos de verano de bertsos. Desde que he cumplido los 18 años ya no puedo asistir por lo que me he hecho monitor.
B.: Yo también he hecho tres o cuatro campamentos de verano de bertsos. Además, en abril solía haber encuentros de bertsos: he hecho un montón de ellos.
M.: En mi caso, el empezar con los bertsos ha tenido una influencia seguramente inconsciente. Mis padres, sin embargo, no me dijeron: "apúntate". Yo ví que existía una bertso eskola (escuela de bertsos) y quise apuntarme. Mi padre es aficionado a los bertos y a mi madre también le gustan. Recuerdo que cuando era pequeño solíamos ir en el coche escuchando una cinta de bertsos de Andoni Egaña. No los entendía pero me los sabía de memoria. Mis dos hermanos (Xumai y Ortzi) también se dedican a los bertsos. De vez en cuando, cuando cantamos algo, lo comentamos y es ahora cuando valoro tener en casa familiares aficionados al bertso.
B.: Mi hermano Mattin también es bertsulari. No solemos cantar en casa pero sí en fiestas, con los amigos. Cuando comenzamos en la bertso eskola (escuela de bertso), Mattin estaba ahí porque los dos tomamos la decisión a la vez, afortunadamente. Siendo dos, resultaba más fácil.
B.: Decidimos tomar parte con otros amigos de la misma edad porque muchos de los que participaron en la edición de 2008 lo dejaron. Íbamos a ser pocos si no nos animábamos, ya que no hay muchos bertsolaris en Iparralde. Queríamos que la competición se celebrara y ver cómo se desarrollaba para nosotros.
M.: Dejé la bertsularitza cuando me trasladé a Bordal a estudiar. Hace dos años seguí de cerca el Campeonato de Bertsolari de Iparralde, si bien no participé. Es cierto que es muy bonito seguir una competición. Como oyente, disfruto muchísimo. Cuando este año he visto que participando podía aportar algo, me dije, ¿por qué no? Era la excusa que necesitaba para volver de nuevo al bertso. Cuando me lo comentaron, aún no sabía si había llegado a Donostia-San Sebastián o no. En cuanto lo supe, me apunté.
M.: Yo no lo gestiono. Participar desde pequeña en las competiciones de bertso me ha ayudado en otros ámbitos. Desde que he hecho teatro o he tenido que hablar en público en la ikastola, ya no me asusto. Pero en los bertsos, subo al escenario y lo paso mal. Creo que es un tipo de nerviosismo que no se puede ver en ningún otro sitio.
B.: Si definimos la bertsularitza, sales a escena y no sabes qué vas a cantar. Te dan un tema y tienes que inventarte algo. A nivel de stress, no hay nada comparable. Eso es práctico para otros campos. Cuando tienes que pasar cualquier examen escrito u oral, estás tranquilo porque sabes que has superado situaciones más difíciles.
M.: Me he dado cuenta de que, en general, el ambiente entre los bertsolaris es muy bueno. Tener bertsolaris veteranos es muy agradable y tenemos buena relación entre los bertsolaris jóvenes. Sin embargo, somos un grupo, tenemos que cantar juntos. Nos tenemos que ayudar. En el mundo del bertso hay un ambiente estupendo.
B.: Por mi parte, no estaba excesivamente contento con mi trabajo. Cantar con los veteranos no me ha entorpecido demasiado porque con ya había cantado con los que estuve en la competición. Para tener menos presión, he ensayado a tomarlo como otra actuación más, como si no fuera una competición. No siempre es fácil. Disfruto más y prefiero, sin duda, actuar en fiestas o en una bertsu afaria (cena de bertsos), sin jueces.
B.: Si quieres ser bertsulari de oficio, seguro que es necesario, porque al ser especialmente mediático, es preciso para empujar tu carrera. Opino que algunos en Hegoalde lo hacen. Es imprescindible para conseguir su sitio en Hegoalde. Pero si no quiere ser bertsolari o sólo lo quieres ser en Iparralde, no es necesario.
M.: Estoy de acuerdo con Bixente. No se puede pensar únicamente en lo que las competiciones de bertsolaris aportan personalmente. Tener campeonatos en Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa está muy bien para ver cuántos somos. Es una oportunidad para juntarnos. Con la excusa de la competición, ¡nos juntamos y movilizamos las bertso eskolak (escuelas de bertso)! El movimiento que se crea es importante.
M.: En mi opinión, la bertularitza ha avanzado. Se ha adaptado muy bien de la tradición al mundo de hoy en día, sin olvidar las riquezas de la historia y la tradición. Yo, al menos, no trabajo para adaptar la bertsolaritza a hoy en día porque creo que ya se ha adecuado.
B.: Ensayamos los bertsos tal y como se ha conseguido hasta hoy. Eso no actualiza la bertsolaritza.
B.: Valoro mucho dedicarme a los bertsos, porque ahora tengo un stress escaso en otros ámbitos. Pasamos momentos agradables con los amigos. Estoy contento de estar en la bertso eskola (escuela de bertso). Me hubiera arrepentido de no hacerlo. No sé si seguiré en las competiciones pero entre amigos, seguro que sí. Trataré de seguir practicando con los bertsolaris de Bordal.
M.: Tal y como dice Bixente, paso momentos dulces y he tenido experiencias excelentes por todo Euskal Herria gracias a la bertsolaritza. Por otro lado, la bertsolaritza me ha enseñado a sintetizar, a decir las cosas de forma breve.