Jean-Christian Irigoyen (1963, Gamarthe, Baja Navarra), no es solamente el hijo de Beñat Galtxetaburu, al igual que su padre es acordeonista, un músico de la sombra, a tiempo parcial, y ello, cuando su verdadera profesión se lo permite. Después de haber participado con mucho ardor en proyectos y orquestas por los alrededores de San Jean Pied de Port, recientemente acaba de elegir una nueva vía: la de la poesía.