Beñat Amorena (1950, Baigorri) fue a vivir a París cuando tenía 20 años. Allí estuvo cinco años trabajando como músico profesional. Después actuó con el grupo Errobi y otros músicos. También un espectáculo: el 20 de diciembre del 2009 ha estrenado en Baiona "Olentzero badator", creación contemporánea en la que han trabajado 50 personas.
Beñat Amorena fue a vivir a París cuando tenía 20 años. Allí estuvo cinco años trabajando como músico profesional. Después actuó con el grupo Errobi y otros músicos. También un espectáculo: el 20 de diciembre ha estrenado Olentzero badator
, creación contemporánea en la que han trabajado 50 personas.
Nací en un molino de Baigorri, tengo 59 años. Anduve de aquí para allá en mi juventud. Al final, con 20 años fui a París como músico profesional. He sido percusionista: batería, timbales, percusión africana... El primer año de mi vida en París estuve en la escuela Agustini y Kenny Clarke. Tengo un recuerdo muy bueno de los cursos que recibí del último.
Siempre tuve en mi recuerdo la tierra que me vió nacer y cinco años después volví. Participé en bandas de verbenas y entré en Errobi en 1975, junto a Anje Duhalde, Mixel Ducau y Michel Halty. También he trabajado con muchos músicos vascos, tanto en estudio como en directo. Ahora soy profesor de batería en el conservatorio de Las Landes (desde 1983).
Siempre he sido músico y compositor, pero hace poco que he comenzado con los espectáculos. Olentzero badator
es el tercero. El primero fue Jotakurri
en 2002, creado para el festival Errobi de Itsasu. Luego vino Ufaka Zanpaka
para el festival Hartzaro de Uztaritz, creado junto a las compañías Burrunka e Izartxo. En Olentzero badator
vuelvo a trabajar con Burrunka y el coreógrafo Mizel Theret. Trabajan sei bailarines profesionales.
Euskal Kultur Erakundea me preguntó si podría hacer un espectáculo sobre Olentzero (apoyado por Baionako Herriko Etxeak, Turismo Bulegoa, la Cámara de Comercio y EKE) y tras pensármelo, decidí aceptar.
Sobre la mitología me interesaba una cuestión: que Olentzero volvía a anunciar la puesta de sol. Con ese punto de partida, la música y la danza han brotado de manera libre. La música y la aportación de Burrunka han sido muy importantes.
Burrunka (15 percusionistas y nueve gaiteros) fue creado para los carnavales de Uztaritz. Tienen algo de mitológico y viene muy bien con el proyecto de Olentzero, de manera natural. He inventado una historia: que el Sol abandona la Tierra, dejándonos a oscuras y helados. Para salvar la tierra, Olentzero viaja a las galaxias en busca del Sol.
Olentzero badator
muestra al carbonero como maestro de ceremonias de un desfile, junto a la diosa Sol y sus hijos y cuidadores. He escrito la música ya que quería ver a Olentzero en la calle.
Participan 50 personajes (medievales, terrícolas, extraterrestres y fantásticos) y desfilarán en las calles de Baiona. He pasado todo el año preparándolo, luchando entre la luz y la oscuridad pero desde septiembre ha trabajado un gran equipo conmigo: un pintor, un tendero, un herrero, un iluminador (es muy importante la iluminación), un técnico de sonido, los 15 percusionistas de Burrunka y nueve gaiteros dirigidos por Pierre Haira. Sin olvidar el trabajo del coreógrafo Mizel Theret con seis bailarines.