Los primeros carnavales de Laburdi arrancan a mediados de enero o primeros de febrero.
Pero, a diferencia de Zuberoa, en Laburdi no hay un solo grupo que visite toda la comarca. Cada localidad organiza su propio grupo, que visita los caseríos, casas y barrios en tiempo de carnaval. En algunos pueblos la ronda puede durar dos, tres e incluso cuatro fines de semana.
Los personajes principales del carnaval de Laburdi son los kaskarot. Ataviados con sombreros de vistosas flores y coloridas cintas y adornos, los kaskarotak empuñan dos palos cortos. Organizados en grupos de ocho, bailan danzas de palos, dantza-jauziak, marmutx, xinple, kontra-dantzak, dantza-luze, fandango y arin-arin. Junto a los jóvenes bailarines, los banderari (abanderado), besta-gorri, ponpier, kotilun-gorri, jaun-andre y el hartza (oso) completan la comparsa de los carnavales labortanos, además de los enmascarados que pueden aparecer en cada pueblo.
Se puede encontrar un carnaval muy parecido al de los kaskarot de Laburdi en la localidad guipuzcoana de Abaltzisketa. Ocho bailarines con coloridos pañuelos bailan una danza de palos (makil-dantza) y hacen una cuestación (puska biltzea) de caserío en caserío. Son los txantxos y bailan la makil-dantza ayudados por un acordeonista. La comparsa es más sencilla en este caso, pues son dos los personajes que acompañan a los txantxos. Uno barre la entrada del caserío antes del baile y el otro, denominado cestero, recoge los alimentos donados por el anfitrión. Los talai-dantzariak de Amezketa bailan una danza de palos parecida a la de los txantxos, pero con un aire más vivo. Nada más pasar de Guipúzcoa a Vizcaya, en la misma frontera, encontramos en Markina-Xemein a otro grupo que baila una danza de palos el domingo de carnaval. Se trata de la zahagi-dantza, que recorre la localidad acompañada de un oso y su domador quien hace bailar a la bestia.