Técnicas de base

El proceso de creación de un verso improvisado exige respetar reglas estrictas en lo relativo a la rima, la métrica, la melodía a la vez que se acentúa el desarrollo del tema impuesto.

Maialen Lujanbio y Xabier Amuriza (cc by-sa Roberto Awa Nari)
Maialen Lujanbio y Xabier Amuriza (cc by-sa Roberto Awa Nari)
Tal como se subraya en el libro “El arte del Bertsolarismo: realidad y llaves de la improvisación oral vasca”, escrito por Joxerra Garzia, Andoni Egaña y Jon Sarasua: "Paradójicamente, improvisar, es para el bertsulari un acto muy planificado. Ha vivido y ensayado continuamente situaciones análogas a las que pueda enfrentarse en un momento dado. Ha aprendido a someterse a las leyes del bertsolarismo improvisado (tonadas, rima, métrica...) de forma que ciertas restricciones no son para el o ella, sino una ayuda para improvisar más libremente. Se ha acostumbrado a empaparse de todo aquello que más tarde pueda servirle en el momento de improvisar, y lo ha cifrado en su mente, de forma que pueda utilizarlo en el momento más adecuado".

Estrategia y técnica de creación

Al escuchar el tema impuesto, la mente del improvisador se pone en actividad y en primer lugar reflexiona sobre el final del verso. Es al cantar la última rima que dará plenamente el cuerpo y la fuerza al verso que ha creado. Esta construcción inversa constituye la particularidad de este arte oral.
 
Los elementos técnicos fundamentales para construir un “bertsu” son, saber cantar, medir y hacer las rimas, a la vez que se elabora el contenido.
 
Vamos a mostrar las formas más corrientes desde el punto de vista métrico, del ritmo del bertsu, así como el de las reglas relativas a la rima. Pero no se puede disociar la elección del ritmo con el de la melodía.
  • Melodía
  • Métrica
  • Elaboración del contenido
En relación con estas reglas, comparemos otros dos tipos de improvisador:
  • Los ditxolaris y los koplalaris